La distorsión de la historia real, (si es que alguna vez existió), crece en progresión geométrica a medida que aumenta el número de transmisiones, y lo peor es que siempre existe el típico imbécil que se cree lo que oye a pies juntillas, y lo difunde junto con su "aportación personal".
Si tanta portera tuviese que hablar de su propia vida, que diferente sería todo.
La ignorancia siempre fue muy osada...
En cuanto Marta sepa que los congresos a los que asiste periódicamente su marido, (el honorable médico que la lleva a misa los domingos cogida bajo el brazo), son en realidad fugas disfrazadas con la querida de turno, dejará de comentar el tamaño de los cuernos de la mujer del tendero.
Cuando Ana se entere de que las largas reuniones con concejales de ayuntamientos de su marido, (constructor de renombre y visa platino), son en realidad citas clandestinas con chaperos baratos, dejará de hablar de lo "marica" que parece el cura del pueblo.
El día en que cada cual sea consciente del verdadero muerto que tiene dentro de su propio armario, dejará de inventar muertos en armarios ajenos.
Cuando Ana se entere de que las largas reuniones con concejales de ayuntamientos de su marido, (constructor de renombre y visa platino), son en realidad citas clandestinas con chaperos baratos, dejará de hablar de lo "marica" que parece el cura del pueblo.
El día en que cada cual sea consciente del verdadero muerto que tiene dentro de su propio armario, dejará de inventar muertos en armarios ajenos.
O quizá no, quien sabe...
!!! La naturaleza humana es sorprendente en muchos casos !!!.
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