Todo por un vecino

Hace un par de días, rebuscando entre unos papeles apareció algo que no quiero perder. Por eso voy a dejarlo aquí confiando en la benevolencia de Blogspot y el paso del tiempo.

Desde que sucedió esta historia han pasado unos 10 años, alguno arriba o abajo. Yo quería independencia, así que vivía en un piso compartido que era propiedad de mis padres, y casualmente, aquel año le tocaba a mi padre ser Presidente de la Comunidad de Vecinos.

Los teléfonos móviles no estaban muy extendidos, y mi padre llevaba encima un Moviline por cuestiones laborales todo el día, por lo que dejaba el número de su movil como teléfono de contacto para cualquier incidencia en la comunidad.

Ya sabemos todos la mala uva que impera entre los españoles...

A consecuencia de esto, comencé a recibir notitas en el buzón en las que se decía : ¿Puedo llamar a tu padre a cobro revertido?, y otras frases de idéntico espíritu.

No sabía quien era, porque el valiente de marras no firmaba nunca, así que, después de unas cuantas notas en el tablón de anuncios del portal y en mi buzón se me inflaron las narices y decidí contactar con el anónimo vecino mediante una circular para todos.

Si Mahoma no se atrevía a ir a la montaña ...

La montaña iba a ir a buscar a Mahoma.

Redacté el texto, puse una copia en el tablón de anuncios, imprimí tantas copias como viviendas había, (mas una para mí que encontré el otro día), y lo buzoneé.

La carta que no quiero perder porque me hace sonreir es la siguiente :

Estimados vecinos :

En las últimas fechas, y de manera reiterada, he recibido notas en mi buzón y mensajes en el tablón de anuncios del portal que, amparándose en el anonimato, preguntan si es posible llamar al teléfono del Señor Presidente a cobro revertido.

Mi desconocimiento sobre la identidad de la persona que las escribe me obliga a dirigirme a él/ella de la forma presente para comunicarle que ante la evidente crisis económica que parece atravesar, y entendiendo los motivos que le pueden impulsar a escribir sus mensajes anónimos, estaré encantada de proporcionarle las aproximadamente 60 pesetas que le costará llamar al Señor Presidente por teléfono para comunicarle cualquier asunto que, sin duda alguna, será de interés general, y en beneficio de nuestra Comunidad.

Querido Anónimo, ahora tiene usted la oportunidad de llamar a ese teléfono de manera gratuíta.

Entiendo que en la sociedad actual, la solidaridad es algo fundamental, así que, ¡anímese!, pase por el 5º F para recoger el dinero sin ningún pudor.

Solidariamente, alzo mi voz para decir :

¡¡TODO POR UN VECINO!!

Sin otro particular, les saluda atentamente,

Mi nombre

Curiosamente, los anónimos desaparecieron y nadie pasó a recoger 60 pesetas.

¡¡¡ Hay que ver cómo somos !!!